Desde hace más de 35 años, Proyecto Aldea Global (PAG) implementa un programa integral de salud comunitaria para fortalecer el acceso a servicios de salud primaria, educación, prevención de enfermedades y acceso a medicamentos para la población rural que reside en comunidades remotas y desatendidas del occidente y centro de Honduras.
A través de diferentes actividades y estrategias, estos programas de salud comunitaria están teniendo un impacto positivo y duradero en las vidas de muchas familias hondureñas. A continuación, te compartimos algunas historias de éxito:
“Soy Yarleni Licona administradora de la farmacia comunitaria en Ceibita. Estoy feliz de realizar este trabajo voluntario para servir a mi comunidad atendiendo a las personas con servicios básicos de salud y medicamentos.
Es un esfuerzo que estoy haciendo con mucha dedicación ya que al administrar una farmacia se asumen muchas responsabilidades y retos desde el transporte de medicamentos desde el almacén hasta mi comunidad, por ejemplo.
Por tres años consecutivos llevo administrando la farmacia comunitaria para dar orientación a las personas enfermas. Recibo capacitación continua en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades comunes. Nosotros como comunidad estamos agradecidos de que PAG haya instalado una farmacia comunitaria en nuestra comunidad. También le doy gracias a Dios y a mi comunidad por elegirme como administradora. No es un trabajo fácil, uno tiene que asistir a eventos de capacitación, estudiar y tener actitud de servicio a los demás. Empecé esta farmacia comunitaria invirtiendo L3,000 ($125) en medicamentos e insumos y después de tres años tengo aproximadamente L8,000 ($333) del pequeño porcentaje de ganancia que obtengo de la venta de medicamentos e insumos. Continuaré administrando esta farmacia mientras Dios lo permita”.
Farmacias comunitarias: Un total de 444 farmacias comunitarias distribuidas en diferentes municipios y departamentos están siendo administradas por líderes comunitarios locales que reciben una formación exhaustiva y continua sobre el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades comunes, el uso y la dosificación adecuados de los medicamentos, y las habilidades y los conocimientos necesarios para gestionar adecuadamente una farmacia.
Las farmacias están ubicadas en la casa del líder comunitario para beneficiar a la población de 4 o 5 comunidades cercanas con acceso a medicamentos y servicios básicos de salud.
Cada año, se atiende a una población estimada de 162,000 personas a través de las 444 farmacias en la zona occidental y centro de Honduras.
“Mi nombre es María Catalina Tabora Membreño de la comunidad de Quebrachal en el municipio de Minas de Oro departamento de Comayagua. Esta es una comunidad remota donde la gente rara vez viaja a la ciudad a menos que sea por emergencias. Sabemos que tener una buena salud es importante, pero como una comunidad pobre con oportunidades económicas limitadas, debemos esperar a que la ayuda venga a nosotros.
Una brigada médica vino a nuestra comunidad ofreciendo exámenes de citologías donde yo asistí. Había estado sintiendo todo tipo de debilidades, pero nunca imaginé que era una enfermedad. Me diagnosticaron cáncer de cuello uterino grado I. Nuestra realidad es que para tratar una enfermedad o mejorar nuestra salud debemos viajar a un hospital en el área urbana, lo cual no es fácil para muchos de nosotros debido a los ingresos limitados y la distancia. Cuando me examinaron en PAG, me ofrecieron un examen gratuito, también me brindaron asesoramiento y educación en un lenguaje que podía entender ya que nunca terminé la escuela primaria. Me refirieron a un hospital para recibir tratamiento y me apoyaron con dinero para pagar el transporte a la ciudad. Me estoy recuperando después de haber pasado por un procedimiento para extirpar el cáncer. Me han proporcionado cremas y otros medicamentos que necesito. ¡He sido bendecida! Hoy me siento mucho mejor, con más fuerza y me estoy realizando la citología cada año, gracias a Dios todo está bien. Gracias a todos los que forman parte de este programa que ayuda a personas pobres como yo a tener acceso a servicios de salud y tratamiento.”
Salud Integral de la Mujer: En países en desarrollo como Honduras, las familias rurales tienen un acceso limitado a información sanitaria, servicios de salud y educación para la prevención de enfermedades. Las infecciones de transmisión sexual y los cánceres de cuello uterino suelen detectarse en etapas avanzadas. PAG lleva a cabo brigadas médicas comunitarias para dar acceso directo a la prueba de Papanicolaou (citología) para la detección temprana y el tratamiento oportuno de las infecciones de transmisión sexual y el cáncer de cuello uterino.
Las mujeres reciben educación salud sexual y reproductiva antes de realizarse la citiología incluyendo información sobre lo que este examen implica para aquellas mujeres que nunca se han realizado una prueba de Papanicolaou.
En los últimos ocho años, más de 15,000 mujeres rurales han sido examinadas y tratadas a través de las brigadas médicas de PAG en el occidente y centro de Honduras.
Después de la citología, las mujeres reciben los resultados de laboratorio en un plazo de 2 a 3 semanas, seguido de asesoramiento individual y tratamiento con medicamentos para infecciones. Aquellas con resultados positivos son referidas a un nivel de atención superior para evaluación y tratamiento de un especialista.
Glenda Vásquez de 24 años, es madre de dos niños y vive con sus hijos y esposo en la comunidad de Los Llanos en el municipio de San José de Comayagua. Ella comparte las siguientes palabras sobre la ayuda que recibió durante una de las reuniones mensuales de AIN-C a las que asistió con su hijo menor:
“Soy madre de dos hijos y aunque solo tengo dos varones mi vida no es fácil debido a las dificultades económicas que enfrentamos cada día. Vivimos de lo que gana mi esposo cuando encuentra trabajo como jornalero.
Hemos aprendido a cuidar a nuestros hijos y a usar verduras locales para preparar alimentos nutritivos para nuestros hijos; recetas que estoy aprendiendo en las reuniones mensuales de AIN-C donde llevo a mis hijos para que los evalúen cada mes. El más pequeño se enfermó hace poco con diarrea que duró varios días. Afortunadamente, en una de estas reuniones, había recibido un pequeño botiquín de salud que incluía medicamentos para tratar la diarrea en los niños. Además, la voluntaria de salud nos educó sobre las medidas para prevenir la diarrea; También nos dieron un frasco de vitaminas para niños. Desde entonces, mi niño ha mejorado mucho en su apetito, su estado de ánimo y la diarrea ha cesado. Gracias a Dios por enviarnos ayuda cuando la necesitábamos y gracias a los voluntarios de salud por enseñarnos a cuidar a nuestros niños. ¡Estos medicamentos y vitaminas fueron enviados por Dios!”
Atención Integral a la Niñez Comunitaria (AIN-C): La desnutrición infantil sigue siendo uno de los problemas que más afectan a los niños menores de 2 años, particularmente a aquellos que viven en comunidades rurales y remotas donde las familias no tienen o tienen poca educación formal, incluyendo educación general sobre salud, prácticas básicas de higiene, educación nutricional, prevención de enfermedades y acceso limitado a los alimentos y su disponibilidad.
PAG con el apoyo de voluntarios de salud comunitarios capacitados, realiza sesiones comunitarias mensuales para pesar y evaluar la nutrición y el crecimiento de los niños con el fin de tratar a tiempo la desnutrición aguda. Un componente esencial de esta actividad es educar a las madres sobre cómo cuidar a su recién nacido, incluyendo prácticas de nutrición e higiene, la importancia de la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses del recién nacido y la alimentación complementaria.
Las actividades de AIN-C se llevan a cabo en el occidente y centro de Honduras, donde se están evaluando aproximadamente 737 niños menores de 2 años cada mes. Las madres con niños con bajo peso reciben asesoramiento individual, educación sobre cómo mejorar la nutrición y el peso de su hijo y visitas de seguimiento a domicilio para continuar monitoreando la salud del niño hasta que alcance el peso adecuado para su edad.
Además, se les enseña a las madres a preparar recetas nutritivas usando verduras y productos disponibles localmente para mejorar la nutrición de sus hijos, por ejemplo, agregando remolacha o verduras de hoja verde a un alimento de consumo común como las tortillas de maíz.
Amigos, esperamos que estos breves testimonios de familias cuyo bienestar físico, mental y social están mejorando gracias al acceso a servicios básicos de salud a poca distancia de sus hogares los haya animado. El apoyo integral a la salud continúa siendo una prioridad para aliviar la adversidad que experimentan las familias de bajos ingresos que se encuentran en situación de vulnerabilidad. ¡Sé parte de este programa que salva y cambia vidas!
¡Gracias y que Dios los bendiga abundantemente!
Chester Thomas
PAG - Director Ejecutivo